MANIFIESTO ¡ORGANÍZATE POR TU TIERRA! – El capitalismo es despoblación. La juventud es la alternativa.


| 1 de diciembre de 2020 - MANIFIESTO
Jóvenes Anticapitalistas Castilla y León |


Hoy, en Castilla y León, la juventud no tenemos un futuro. ¿La causa? El fenómeno de la despoblación, que destruye nuestras opciones de poder vivir y trabajar en esta tierra. Las personas jóvenes que trabajamos en Castilla y León tenemos que emplear gran parte de nuestros sueldos en pagar unos alquileres desorbitados. Así, dedicamos de media un 30,8% a pagar el alquiler de un piso compartido; cifra que aumenta hasta el 94,4% de nuestro salario si no es compartido.

Con estos datos (y sin contar el papel de la especulación urbanística de las personas rentistas), a nadie debería extrañar la tardanza o imposibilidad de emanciparnos en Castilla y León. Nuestra tasa de emancipación residencial juvenil es de las más bajas: solo el 15,4% de la juventud de 16 a 29 años se ha emancipado, mientras que, en la franja de 30 a 34 años, la tasa es del 63%.

Pero la población joven no es la única afecta por esta despoblación que es tolerada por nuestras administraciones. Somos quienes nos marchamos, sí, pero no sufrimos en solitario la merma de los servicios públicos y del tejido socioeconómico:

  • Las personas mayores, tras toda una vida de esfuerzo y trabajo, padecen de manera más grave y letal la falta de personal sanitario suficiente, especialmente en los consultorios de los pequeños pueblos.
  • Los niños, niñas y adolescentes de Castilla y León son las mayores víctimas de la escasez de profesionales de la enseñanza. Elevadas ratios de alumnado por aula que son poco recomendables para garantizar un adecuado aprendizaje, además de un riesgo inaceptable en estos tiempos de pandemia. La demora en las sustituciones, que lleva a la pérdida de tiempo de formación, obligando a realizar un esfuerzo extra para recuperar esos conocimientos perdidos. Estudiantes que en pocos años se enfrentarán a un mercado laboral salvaje donde la formación se mide en términos puramente utilitaristas, dejándoles en desventaja frente a las grandes urbes de la «España llena». A estos problemas en nuestros centros educativos se suma el problema de las malas comunicaciones: mala movilidad y mala conectividad. Muchos menores no disponen de transporte público para ir a la escuela o al instituto (aunque tengan derecho a este). Y las pésimas coberturas y conexiones dificultan la realización de trabajos y el acceso a la información que Internet ofrece, a pesar de las promesas (constantes y nunca cumplidas) de las administraciones y entidades locales de la Comunidad.
  • Los sectores agrícola y ganadero se enfrentan a la competencia desleal, cada vez mayor, de las grandes explotaciones agrícolas y macrogranjas, que provocan efectos devastadores sobre el medioambiente con el vertido de purines y el agotamiento de la tierra, pero que son respaldadas por las instituciones de todos los niveles, aunque después tan hipócritamente aseguran defender la producción de las pequeñas propiedades. Muchos trabajadores se ven obligados a vender sus tierras a estas macroexplotaciones, ante la pasividad de los sindicatos agropecuarios, debido al ahogo económico al que se ven sometidos y a la dificultad de enseñar y legar este oficio a sus descendientes, a quienes la lógica capitalista incita a formarse en sectores muy alejados del primario.

Situaciones como las anteriores deberían dar una idea rotunda de la importancia de la juventud para Castilla y León. Nuestros pueblos y ciudades desfallecen, sin que haya quienes les demos continuidad, ni a nivel demográfico, ni laboral o económico.

No podemos olvidar, además, la escasez de oportunidades de ocio saludable y cultura, las cuales se han visto todavía más mermadas por la pandemia, privándonos de determinadas actividades deportivas, espacios de creación y disfrute musical y artes plásticas, lugares de intercambio cultural, así como opciones recreativas más diversas; sabida la importancia de todas estas en la salud física y mental de las personas.

El mundo laboral para los jóvenes es sinónimo de contratos precarios y la exigencia de una experiencia que difícilmente puede poseer una persona joven. Solo un 40% de los/as jóvenes entre 16 y 29 años tiene empleo, números por debajo de la media estatal. Una tasa de paro juvenil que, aunque desciende hasta un 21,3%, lo hace con un 30% de contrataciones temporales, una tasa de precariedad laboral del 11% en jóvenes de entre 16 y 34 años (media estatal: 8%) y un salario neto en las personas de entre 16 y 29 años de 10.000 €/año.

Estos problemas, estas perspectivas si nos quedamos aquí, explican que el 16% de los jóvenes abandonen la comunidad en busca de un futuro, lo que supone que 10 jóvenes emigran cada día. En 2018 Castilla y León fue la comunidad autónoma con mayor porcentaje de jóvenes no residentes en la Comunidad en la que nació: están fuera casi un 30% de los jóvenes de entre 30 y 34 años que nacieron aquí, y más de un 16% de aquellos entre 16 y 29 años (media española: 10,2%).

La despoblación no es un fenómeno natural. Tiene unas causas y unos responsables: el capitalismo y la minoría peligrosa de los ricos. Es necesario crear una alternativa, hacer que ellos paguen las consecuencias, autoorganización tanto en las ciudades como en el mundo rural. 

Este panorama resulta desalentador, no solo de cara al futuro sino en nuestro presente inmediato. Sin embargo, no podemos ni debemos resignarnos ante esa perspectiva. Y no lo haremos: vamos a reaccionar. Pero ¿quiénes? ¿Y cómo? ¿Qué alternativa puede darse?

Sin duda, la alternativa somos la juventud, sí, la juventud trabajadora, consciente de serlo y dispuesta a pasar a la acción en lugar de lamentarnos sin hacer nada. Somos la juventud comprometida con nuestra realidad, con mejorarla, con aspirar a una vida digna en nuestra tierra.

Si tú también formas o quieres formar parte de esta juventud luchadora, únete y milita a nuestro lado, frente a una realidad injusta que favorece a quienes más tienen y no quieren devolver al pueblo trabajador los beneficios que este les ha generado, y contra unas instituciones que no exigen que sean devueltos. Desde Anticapitalistas Castilla y León te decimos:

El capitalismo es despoblación.
La juventud es la alternativa.
¡Organízate por tu tierra!

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